Chema Gil: "Los musulmanes tienen que abrir sus mezquitas y decir que son hombres y mujeres de paz"

Islam en Murcia - 17.02.16
Fátima Zahra El Hamri (texto y fotos)

El terrorismo de cargada teología pseudoreligiosa, también denominado yihadista, ha tenido la capacidad de convocar a actores de todo el mundo alistándolos a sus filas. No se trata de un terrorismo de basamento islámico. Nos encontramos frente a un fenómeno radical y violento totalmente alejado de las escrituras islámicas. 

Chema Gil durante su conferencia en Cartagena
Hace poco más de un año los hermanos Kouachi, pertenecientes a la célula terrorista Al Qaeda, asesinaron a 12 personas en la redacción de la revista satírica francesa Charlie Hebdo. Hace casi tres meses, en noviembre, el terrorismo yihadista volvió a ser el foco de atención en pleno París. Esta vez, fueron 137 las víctimas. En las mismas fechas el autodenominado Estado Islámico llevó a cabo dos ataques suicidas en Beirut, Líbano, que se saldaron con la vida de 43 personas. Y, a diario son numerosas las víctimas que mueren a manos del terrorismo yihadista. Principalmente, en países musulmanes. 

Como conmemoración al ataque de la revista parisina, Charlie Hebdo, el Centro de Enseñanza Superior adscrito a la Universidad de Murcia (ISEN) celebra, en colaboración con Alliance Française,  una serie de conferencias. La primera de ellas bajo el título de “Terrorismo yihadista, una amenaza compleja y cercana” fue presentada el pasado 9 de febrero por José María Gil Garre, conocido como Chema Gil, periodista y director de estudios sobre terrorismo yihadista para el Instituto de Seguridad Global.

Exposición "Dibujos en libertad", en el ISEN
A lo largo de la conferencia se reflexionó sobre el terrorismo yihadista desde varios aspectos. Gil 
Garre focalizó el epicentro del problema en el brutal número de jóvenes que se vinculan a diario a grupos terroristas de este calibre.  No se conoce con exactitud la causa, pero el ponente considera que se puede deber a la falta de valores superiores en las nuevas generaciones. “Si esto ocurre en nuestra sociedad autóctona, qué pasa con los jóvenes que son fruto de la inmigración y que, además, viven en entornos con bajas expectativas de futuro, con una desidentificación, donde no sienten afecto social, donde no son españoles, ni francés, ni alemanes, ni belgas, aunque tengan la nacionalidad”, añade a continuación. 

Estos componentes hacen que cada vez más jóvenes recurran a la promesa del terrorismo yihadista: la incorporación a una guerra, a una serie de valores pseudoreligiosos por los que combatir dentro de un entorno social que los reconoce. Un entorno social en el que no se sienten marginados.  

Internet como comodín del terrorismo Yihadista 

Según el ponente “Internet es utilizado por el DAESH como si fuera un territorio, una gobernación. Cuando lo conciben así tienen servida la victoria. Ellos dominan Internet como nadie. Como sociedad no tenemos la capacidad de luchar contra esta ideología porque no estamos siendo capaces de usar internet con la misma eficacia que ellos para elaborar una contra narrativa y una contra ideologización”. Para paliar esta deficiencia por parte de la sociedad propone la comprensión del verdadero discurso islámico y el posicionamiento de los musulmanes frente a  estos actos terroristas con campañas como la de “no en mi nombre”.
Público asistente a la conferencia de Chema Gil
Concluye la conferencia señalando que “los musulmanes son los primeros interesados en acabar con este terrorismo. El 90% de sus víctimas no son ni cristianos, ni judíos, ni ateos. Son musulmanes".  
Terminada la charla entrevistamos José María Gil:

Teniendo en cuenta que cuando hablamos del Estado Islámico ya no estamos haciendo referencia a una simple célula terrorista, ¿Cómo cree que se deberían activar las medidas de seguridad?

Las medidas tienen que ser internacionales. El DAESH es un actor terrorista que actúa en todo el mundo. Entonces hay que actuar bélicamente ahí donde se exprese de esta manera, desplegar inteligencia policial y demás. Frente al fenómeno debemos construir respuestas más complejas. No es suficiente con la bélica o la policial. Tiene que ser una respuesta de concienciación social. 

¿Cuáles pueden ser los posibles motivos de que cada vez más jóvenes se alisten a este tipo de terrorismo?

No hay un único perfil de terrorista, pero es cierto que hacemos referencia al  ámbito de falta de perspectiva, del desafecto social y de la desidentificación. En ese ámbito en el que un chico no siente identificado con el país que le acoge ni con el país de origen. Se deben identificar en relación con si este chico conecta, o esas vulnerabilidades son conectadas con elementos radicalizadores o facilitadores del terrorismo yihadista. Ciertamente lo van a manipular para que esas vulnerabilidades le lleven a radicalizarse, a incorporarse a una dinámica. Por lo tanto, es una cuestión a tener en cuenta. Independientemente de que puede haber ricos que se incorporen al terrorismo yihadista y, por lo tanto, estaríamos hablando de que hay una necesidad de vincularse a valores que pueden ser transmitidos por el islam, por el cristianismo o por cualquier religión. 

¿En qué medida dificulta la convivencia entre musulmanes y no musulmanes en una sociedad como la española el gran flujo de noticias que llegan a diario sobre el terrorismo yihadista?

Yo creo que dificultan y mucho, porque lo que hacen es ahondar en los estereotipos y en los prejuicios. Lo importante aquí sería superar ese estado y los propios medios de comunicación vivir comprometidamente para crear un entorno social en el que musulmanes y no musulmanes se miren a los ojos con confianza. Pero para eso los musulmanes también tienen que abrir sus puertas, tienen que abrir sus mezquitas y decir que son hombres y mujeres de paz.   

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