Reencuentro para la paz en Murcia: España-Bosnia sub 21, mucho más que un partido de fútbol

Paulino Ros
Islam en Murcia, 08.10.13

Lo que voy a contar ahora deberían saberlo los miles de niños que este jueves 10 de octubre de 2013 van a llenar las gradas de Nueva Condomina. Maestros y maestras de Ciencias Sociales, es una magnífica ocasión para explicarles a esos niños y niñas que momentos como los que se van a vivir en el majestuoso estadio murciano, no serían posibles sin el sufrimiento y la solidaridad de muchas personas.
En 1992 estalló en el corazón de Europa la guerra de los Balcanes, la más cruenta que ha sufrido el continente después de la segunda guerra mundial. La antigua Yugoslavia se hizo añicos. Bosnia, con el 90% de habitantes musulmanes, fue aplastada. Decenas de miles de muertos se cobró el enfrentamiento entre vecinos. La masacre más tristemente famosa fue la de Srebrenica, en la que fueron asesinados 8.372 varones musulmanes de todas las edades. Todavía hoy se siguen reconociendo cadáveres y enterrándolos. La foto que acompaña a este texto es de 2010, cuando encontraron 775 cadáveres en una fosa común, entre ellos había niños.
Mujer en entierro de las víctimas de Srebrenica (Foto: ABC) 
España acogió a población bosnia que huía de la guerra. La región de Murcia recibió con los brazos abiertos a un millar de refugiados bosnios. Se les montó un campamento en el camping Caravaning, a orillas del Mar Menor, un lugar paradisíaco, como nos recordaba el diario La Verdad. Tuve la oportunidad de visitar aquel camping en una fría mañana de enero de 1993, como periodista de Onda Regional. No puedo olvidar la tristeza y depresión que se leía en los rostros de aquellos padres y madres cuyo único "delito" en la vida había sido su fé en Alá.
Pues bien, los futbolistas que este jueves van a pisar el césped de Nueva Condomina son los hijos de los supervivientes de aquella guerra. Sus familiares estuvieron en Murcia, recibieron el cariño de los murcianos, los cartageneros, los mazarroneros, los aguileños...
Toda la región se volcó con ellos. Por favor, cuando en la alineación de Bosnia veais apellidos como Jajalo, Pirić, Bevab, Petrović, Kovačević, Jakupović, Barišić, Avdić, Letić, Špikić, Grahovac, Zakarić Kvesić, Prcić, Duljević, Cimirot, Čajić, Krunić, Seferović, Maletić, Bekić o Atajić, recordad que sus padres, hermanos, tíos, abuelos... sufrieron mucho para poder sacarlos adelante, y que nosotros, los murcianos, les ayudamos todo lo que pudimos para que hoy ellos puedan jugar al fútbol contra España, en Murcia.
Futbolistas bosnios celebran un gol (Foto: FIFA)
El fútbol es mucho más que un deporte, es una forma de unir a los pueblos a través de un único idioma, el del balón. Ojalá Bosnia se lleve una sonora ovación al saltar al césped de Nueva Condomina. La merece más que nadie. No podemos olvidar, no debemos olvidar lo sucedido, para que nunca se repita. Y tenemos que sentirnos orgullosos de acoger hoy en Murcia, a los hijos de la guerra, de una guerra que jamás debería haberse producido, y que todavía deja heridas abiertas en la antigua Yugoslavia. Cuando Bosnia salte al terreno de juego, pónganse en pie y aplaudan. Háganlo, demuestren que el fútbol es mucho más que fútbol y que ese partido es mucho más que un partido. Estarán reconociendo el esfuerzo de una población por superar el trauma de una guerra entre hermanos, y la solidaridad de una región que abrió sus puertas de par en par a esos niños, que hoy son futbolistas, deportistas que ya han ganado el partido, su partido, antes de que el árbitro haga sonar su silbato el jueves 10 de octubre de 2013 a las 20.30 en Nueva Condomina: el partido de la paz.

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