Especialista de Mossos d'Esquadra opina que los atentados en occidente se producen "porque el Islam está en guerra

CARMONA (SEVILLA), 4 Jul. (EUROPA PRESS) -

Daniel Canals, analista de la Cap Unitat Central d'Anàlisi d'Estratègies d'Organitzacions y especialista de Mossos d'Esquadra, ha afirmado en los cursos de verano de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) en Carmona (Sevilla) que los atentados en países occidentales se producen "porque el Islam está en guerra". Esta consideración es una declaración de las cédulas terroristas como 'Al Qaeda' en ataques como el del 11S, 11M o los atentados de Londres.

Estas acciones de grupos radicales se basan en el "Yihad defensivo" que obliga al musulmán a defender la nación islámica en caso de ser atacado, ha explicado este miércoles. En este sentido, los atentados son, en opinión de dichas cédulas, provocados por el ataque de países occidentales a la nación y doctrina islámica. El terrorismo Yihadista persigue la defensa de la religión a través de la violencia, sin embargo otros grupos radicales, como los salafistas, localizados en Cataluña y otras comunidades españolas, lo hacen a través de la educación y adoctrinamiento, puntualiza Canals.

En su opinión, Salafi y Yihadista "no es lo mismo" porque "no comparten su visión, no comparten los atentados terroristas, pero si comparten el modelo de sociedad", aunque la implantación de su modelo parte de un principio yihadista de violencia u otro salafista de enseñanza.

Los grupos salafistas que "se concentran en barrios marginales, en el barrio Príncipe de Ceuta, en la Cañada en Madrid o el barrio del Almuecín en Granada" han sido objeto de estudio durante la conferencia del especialista de Mossos, titulada 'Los entornos favorables a la radicalización Yihadista en Cataluña. Situación actual'.

Estos entornos son propicios para el aglutinamiento de núcleos islámicos por una serie de características como "la dificultad de control del Estado para imponer sus normas debido a la presión de estos grupos que imponen las suyas para controlar su propia comunidad, presencia de personas de religión islámica, lugares óptimos para realizar discursos de conspiración, victimismo y contrarios a la integración" entre otros factores que facilitan la conversión del individuo a la forma de pensamiento salafista, interpreta Canals.

La existencia de escenarios favorables para la radicalización de la doctrina permite, en el caso del Salafismo, cuya idea es "que el Islam domine todo el mundo" dirigir a los musulmanes para que no se desvíen del buen camino y convertir a aquellos que aún no lo son a través de la propaganda. En Cataluña, la corriente mayoritaria es el "Salafismo político" que sin intención de crear partidos políticos, si busca objetivos políticos dentro de su comunidad.

"En España y en Cataluña ha habido pocas acciones relacionadas con el salafismo", puntualiza, sin embargo las sedes de asociaciones Salafis como 'Tabligh' o 'Hizb-ut-Tahrir' han servido para que terroristas relacionados con atentados como el 11M se escondan de las autoridades, aunque afirma "aún esto no se ha podido demostrar con seguridad".

ASOCIACIONES Y ENTORNOS FAVORABLES PARA LA RADICALIZACIÓN.

La asociación 'Tabligh' fundada en la India en 1927 se concibe como uno de los entornos favorables a la radicalización yihadista en España, debido a su "facilidad para moverse por el mundo" argumenta Canals. Aunque se basa en un principio "misionero muy importante" y pretenden predicar el bien, el secretismo y sus desplazamientos convierten a este núcleo en objetivo para yihadistas, que encuentran un foco donde reclutar a radicales de diferentes partes del mundo.

Otra de las asociaciones es la 'Hizb-ut-Tahrir'. Su perfil dedicado a la propaganda de la religión a nivel global, la convierten en "un partido político que tiene como objetivo expandirse por el mundo y crear un califato global". Sin embargo, sus capacidades son "débiles, con poco operativos, personas y actividad", explica el experto, por lo que aún siendo un centro de posible reclutamiento, no está tan asentado.

Los centros penitenciarios españoles se entienden como un tercer escenario. "El estrés, la debilidad emocional, el descontento" son factores que los radicales utilizan para redimir a los internos que llegan a las cárceles. Frases del tipo "has sido un musulmán malo, desobediente de tu doctrina, pero aquí tienes tiempo para redimirte, pensar y volver al buen camino" son algunos de los discursos inspiradores que emplean para enganchar al individuo, expone Daniel Canals.

Finalmente, la Red se presenta como "el entorno más importante y más preocupante" en la radicalización, afirma. El problema lo plantea la posibilidad de difundir la propaganda a cualquier casa, lugar o individuo, donde mediante los panfletos la persona se puede "autoformar, autoradicalizar o autoentrenar".

ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN

"Una vez que la persona ha decidido realizar el atentado es muy difícil detectarlo", argumenta el experto. Medidas de prevención en la detección de conductas anómalas supone el principio de una posterior detección de radicalismo en el individuo. En centros penitenciarios, la evaluación principal y la observación continuada permiten conocer si esa persona está siendo influenciada por un islamista radical, explica.

Canals expone que la infelicidad con la sociedad, la búsqueda de justicia y la frustración son los tres primeros pasos que sufre un individuo durante su transición a la radicalización y es en ése momento donde se puede intervenir para parar el proceso. "La detección es compleja", dice, por ello se plantean y se ponen en marcha proyectos como el "COPPRA 2" que aprovecha la red comunitaria de policías y fuerzas de seguridad, "para dar un formación a todos aquellos que están en primera línea".

"El objetivo es que en su día a día puedan detectar el radicalismo", declara. Medidas que asegura, podrían implantarse en otros campos como médicos o profesores "que avisen a los Servicios de Información para que hagan un análisis profundo de esas conductas". Detectar símbolos de movimientos antisistema o radicales, "son prácticas muy eficaces o eficientes porque convierten a los policías de primera línea, en un primer nivel de agentes de información". También existe un manual que recoge a modo práctico las características de movimientos radicales dentro de las cárceles, aunque se siguen desarrollando nuevos modelos de detección.

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