Un musulmán de otro planeta

Fuente: Las Provincias - Canarias, 03.06.11

Imad El Mouahhid, detenido y liberado, tiene varios perfiles posibles. Othman, compañero de piso y trasladado el miércoles a la Comisaría para ser interrogado, aporta algunas pistas sobre su personalidad. 

Othman, compañero de piso de Imad
 
GREGORIO CABRERA. LAS PALMAS DE GRAN CANARIA. A veces las frases hechas se convierten justamente en lo que no son. Hubo un tiempo en que la vida le fue sobre ruedas a Imad El Mouahhid. Ocurrió en 1998. Con catorce años, y según relató ayer su compañero de piso en San Fernando de Maspalomas, Othman, se deslizó como una sombra entre los vehículos que hacían cola para embarcarse en el ferry con rumbo a Algeciras y cruzó el Estrecho de catorce kilómetros de largo en la bodega y agarrado a los bajos de una guagua. Su sueño europeo, según el mismo testimonio, quedó atrapado entre las recias paredes de un centro de menores de la provincia de Málaga hasta que un tío nacionalizado español se hizo cargo de él. Es uno de los restos de la arqueología vital del detenido y posteriormente liberado con cargos por su presunta vinculación con una red para captar a jóvenes árabes y convertirlos en instrumentos de carne y fuego de la yihad (lucha espiritual).

Othman no tenía grandes planes el miércoles. Así que se tumbó en el sofá y encendió la televisión para ver a Rafael Nadal desplazarse sobre la pista central de Roland Garros. Pero apenas pudo contemplar dos raquetazos antes de que un golpe seco y violento hiciera saltar la cerradura y se viera apresado por una marabunta de agentes de la Policía Nacional, al igual que su compañero Imad, el hombre con silueta de interrogación. Othman quedó en libertad un rato después tras ser sometido a un breve interrogatorio. Ayer, a la puerta de la vivienda de alquiler, con la puerta trancada con una lavadora colocada allí por Hassan, el tercer inquilino, para dormir tranquilo, resumió su visión sobre Imad: "Lo vemos como un poco loco, no es una persona normal, pero no es peligroso".

"Reza poco"

Othman llegó a España en 2003 y recuerda que Imad ofició, de algún modo, de cicerone. Le alojó en casa y le buscó trabajo, pero en absoluto, afirma, le aleccionó ni trató de persuadirle para involucrarse en la yihad. "Él reza poco, yo creo que hasta yo sé más que él de religión. Lo que pasa es que él siempre se cree que sabe de todo, pero no es verdad", explica trazando con sus palabras uno de los posibles perfiles de su personalidad. El otro es su extremada pasión por el aspecto físico. Va al gimnasio con regularidad en Maspalomas, baja a la playa a diario, le gusta vestir con ropas de marca y camisas ajustadas para destacar en la noche, pues es asiduo de las discotecas, según varios comentarios.

Imad, según Othman, ha sufrido alguna metamorfosis que él atribuye a su tendencia a llamar la atención. Hace tres años, de repente, se dejó crecer una barba propia de un imán y agrió el carácter. "No saludaba..." Pero las camisas elásticas y las gafas de diseño no tardaron en florecer. Othman, por lo demás, no recuerda nada que le identifique como un radical, aunque en una ocasión, discutió con el líder religioso de la mezquita de Maspalomas. "Una vez tuvo una conversación chunga y le dijo que no eran buenos musulmanes", afirma que le espetó. Gastaba mucho tiempo, eso sí, en ver vídeos en Youtube sobre Al Qaeda y le consta que chateaba con chicas, pero no con terroristas salafistas.

Mujeres... Imad va a tener en tres semanas un hijo con una ciudadana alemana. El jueves por la noche, el día de su detención, iba a desplazarse a Alemania vía Barcelona para encontrarse con ella. Años atrás tuvo una novia noruega. "Decía que era muy rica y que su familia tenía terrenos en otro planeta y que en el año 2030 iba a ir allí de vacaciones", rememora Othman. Por el momento Imad se muestra como una persona con gran imaginación, pero es un terrestre en libertad con cargos.

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