Unos 70.000 fieles musulmanes harán su ayuno a 40 grados

Fuente: La Opinion (12/8/2010)

El mes de Ramadán será uno de los más calurosos de los últimos cinco años, al empezar a mediados de agosto.
Los fieles del Islam no podrán comer ni beber desde el alba hasta el anochecer durante el próximo mes.

Los musulmanes de la Región de Murcia dieron ayer comienzo a la rutina anual del Ramadán, un ciclo de ayuno diario que se extenderá por 29 días entre el 11 de agosto y el 10 de septiembre. Durante este tiempo, los musulmanes se abstienen de comer, beber (incluso agua), practicar relaciones sexuales e incluso de proferir insultos entre el alba y el anochecer. Es una época de purificación espiritual y generosidad, en la que se solidarizan con los que menos tienen y olvidan sus rencores para reunirse y festejar. Este año su llegada se ha adelantado con respecto a años anteriores, coincidiendo con un periodo de altas temperaturas. Esto es así porque el comienzo del Ramadán depende de los meses lunares.

La Unión de Comunidades Islámicas de Murcia (UCIDMurcia) ha querido lanzar un llamamiento para «agradecer a todo el conjunto de la sociedad murciana su comprensión ante la práctica del ayuno de sus conciudadanos musulmanes e incluso la ayuda y facilidades para su cumplimiento, especialmente a las personas en puestos de decisión». Mohamed Reda El Qady, presidente de UCIDMurcia, aseguró que «aunque el verano sea fuerte, será como todos los años. Se puede aguantar tapándose la cabeza, refrescándose el cuerpo con agua, etc.
Además, en esta época muchos musulmanes se encuentran de vacaciones, por lo que no lo tendrán tan complicado. En cuanto a los que siguen trabajando, con tantos años los patronos ya se han adaptado. Algunos piden que les firmen un papel para eximirles de responsabilidad si les ocurre algo a los trabajadores por el ayuno, pero eso no es necesario. Los musulmanes estamos acostumbrados a esto. Sólo hay que mirar a los jugadores de fútbol musulmanes, que siguen cumpliendo aunque les toque un partido durante el Ramadán. Si en algún momento se hace muy duro, se puede romper el ayuno. La vida está por encima de todo».

Asimismo, calcula que «en la Región habrá unos 70.000 musulmanes hoy en día. Este número ha bajado porque muchos se han ido: volvieron a sus países por encontrarse en el paro».

Munir Ben Halum, de la Federación Islámica de la Región de Murcia (FIRM), recuerda que el Acuerdo de Cooperación del Estado español con la Comisión Islámica de España, de 1992, garantiza que los empresarios adapten su horario durante el Ramadán, siempre tras un acuerdo entre ambas partes». Asegura que «se puede rendir menos algunos días, pero poniéndose en la piel del trabajador y comprendiendo lo que hace se evitan problemas».

También explicó que «en cada sitio, los musulmanes se buscan sus mezquitas. A veces son garajes reformados en los que no cabe tanta gente. En Murcia llevamos tiempo pidiendo una mezquita en condiciones. Hace tiempo solicitamos que se nos diesen algún tipo de prestaciones, pero aún no nos han contestado».

El Ramadán no es obligatorio para todos los musulmanes. Quedan exentos de él los niños, los ancianos, las mujeres embarazadas, lactantes y que se encuentren con la menstruación, los viajeros, los que tengan un trabajo muy duro y no hayan podido cambiarlo o los que tengan alguna enfermedad grave. También se pueden reemplazar días de ayuno a cambio de invitar a un pobre a compartir la mesa con ellos. Reda El Qady sostiene que «el Ramadán es flexible. Ante cualquier causa justificada se puede hacer el ayuno en otro momento».

El ayuno se termina con la puesta de sol, y la manera de romperlo es con una oración a su dios que suele celebrarse en compañía. Los rezos y las lecturas del Corán aumentan durante estas fechas.

La mayor festividad se encuentra el día 27 del mes de Ramadán, que caerá el próximo 7 de septiembre. Tal día se celebra el comienzo de las revelaciones que cuentan que el dios hizo a su profeta, y que más tarde fueron reflejadas en su libro sagrado.

Solidaridad y reflexión espiritual

El mes de Ramadán coincide con el noveno mes del calendario islámico, que se rige por las fases de la luna. Durante este periodo, los musulmanes se purifican en todos los sentidos. Se abstienen de todos los placeres y se dedican a reflexionar sobre el Corán para acercarse más a su dios. Tratan de ser solidarios, abrir sus puertas a todo el mundo y dar limosna. Se ayuda a los desfavorecidos y se olvidan enemistades. El ayuno se rompe ante cualquier acto ´impuro´.

Los pilares del ayuno son cuatro. Desde la primera hora del día hay que tener presente la intención de ayunar, antes de la primera oración del día. Hay que tomar algo antes del amanecer y después de la puesta de sol, antes de la oración del anochecer. Abstenerse de todo aquello que pueda romper el ayuno durante las horas del día (comer, beber, fumar, las relaciones sexuales, los cambios de ánimo exagerados, los insultos, etc.). Y, por último, buscar un estado de conciencia que les acerque a Alá.

Todo el motivo de esta celebración es ser solidarios y estar en comunión con su dios. Por eso, los días de ayuno pueden intercambiarse por limosnas o dar de comer a los pobres. También por esta razón se exime del cumplimiento del Ramadán a aquellas personas que estén realmente necesitadas de ayuda (como los enfermos graves) o los que puedan sufrir algún daño.

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