Fuente: La Verdad (23/9/2008)
La fiscal cree que los encerraron en una casa en ruinas de Lorca y pidieron dinero a sus familias
Les recogían a su llegada de Argelia y les tendían una mano abierta, trabajo y papeles. Aceptado el trato, les trasladaban a Lorca y allí les encerraban en una vivienda en ruinas, sin retrete y con un trozo de madera sobre el que dormir. Después, les instaban a telefonear a sus familiares para exigir un rescate. Con este relato de hechos en la mano, la fiscal solicita para los nueve acusados de secuestro de inmigrantes penas que suman los 112 años de prisión. Ayer se celebró en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial la primera jornada de este juicio.
Los nueve acusados, El Kbir E.H., El Hassan E.H., Ahmed E.H., Rafael G.D.C., Mustapha T., Mohamed O., Mohamed E.G., María Esperanza D.A. y Pedro M.S., están acusados de conectar con otro grupo que desembarcaba marroquíes ilegales en España a través de Algeciras. Allí, los miembros de esta presunta organización les ofrecían ayuda. El 12 de mayo del 2000, Ahmed E.H. recogió a nueve inmigrantes en Algeciras y los condujo a la diputación lorquina de Cazalla. Allí, según el relato de la fiscal, les encerró durante tres días, «en condiciones infrahumanas», en una antigua casa de campo.
La fuga de uno de ellos provocó un traslado a otra vivienda, en este caso, una casa en ruinas situada en la pedanía de La Tercia. El objetivo de este secuestro no era otro que exigirles que contactasen con sus familiares en España y les pidieran un rescate de 150.000 pesetas cada uno.
El 17 de mayo del 2.000, dos de los acusados obligaron a uno de los marroquíes secuestrados a que llamase a su hermano que vive en Almería y le exigiese un secuestro de 140.000 pesetas. «Hermano, ayúdame, busca el dinero», le relató la víctima, «me están apuntando con una pistola». Horas después, los acusados se trasladaron a la localidad almeriense de Vicar para recoger el dinero. Allí, alertada por el hermano, les esperaba la Guardia Civil de Roquetas de Mar, que logró su detención. El aviso a la Guardia Civil de Lorca y Totana provocó el arresto del resto de la organización y la liberación de los inmigrantes.
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