Polémica en la Federación Islámica de la Región de Murcia

Fuente: Marruecos Digital (3/3/2008)

La semana pasada la Federación Islámica de la Región de Murcia (FIRM) ha sido objeto de polémica al ser acusada de estar vinculada al movimiento marroquí “Justicia y Espiritualidad” (JyE) Una imputación desmentida por su portavoz, Brahim Roubi, el pasado viernes al asegurar que “FIRM está totalmente desvinculada de cualquier color político o asociación".

Brahim Roubi, niega que la FIRM sea fundamentalista o esté vinculada al movimiento islamista radical de Marruecos 'Justicia y Espiritualidad' (JyE), aunque no desmintió que sus miembros pudieran tener relación, ya que "no los investigamos".

La semana pasada varios medios de comunicación afirmaban que algunos de los miembros del movimiento no político marroquí “Justicia y Espiritualidad”, antes conocido como “Justicia y Caridad”, liderado por el jeque Yassin, asistirían a unas jornadas de formación para imanes que la FIR de Murcia está impartiendo del 29 de febrero hasta el 4 de marzo en la Residencia de Turismo Activo “Arbolar” de los Urrutias (Cartagena - Murcia).

De hecho, el periódico “La Verdad” publicó un artículo firmado por Javier Pagola, que afirmaba que el movimiento Justicia y Espiritualidad (JyE), era quien celebraba el curso de formación de imanes, pero “haciéndolo de ‘tapadillo’, utilizando como ‘pantalla’ la Federación Islámica de la Región de Murcia (FIRM), que controla”.

Según Pagola, en estas jornadas intervienen varios líderes de este movimiento islamista marroquí, entre los que destaca Rachid Boutarbouch, líder de Justicia y Espiritualidad en España, “considerado asesor intelectual del FIRM” y Mohamed El Abbadi, número dos del Consejo de Orientación y presidente del Consejo de Rectitudes de Justicia y Espiritualidad; quien “fue detenido en 2006 en Marruecos y condenado a un año de cárcel por vulnerar el precinto que las autoridades pusieron en su vivienda, donde recibía a opositores islamistas al régimen alauita” afirma el autor del artículo.

En “La Verdad” se recoge también que El Abbadi “ha colocado al frente de la Federación Islámica de la Región de Murcia a su yerno, Said Mehdi, un imán residente en Cartagena, a quien ha enviado importantes cantidades de dinero desde el país magrebí”. Otros nombres sobre los participantes a estas jornadas que aparecen en este periódico son Mounir Benjelloum, vicepresidente de la FIRM, Mbarek Demouche, líder de la Asociación Cultural Onda en Murcia y Levante, presidente de la Federación Islámica de la Región de Murcia, “considerado como el máximo responsable de Justicia y Espiritualidad en Alicante y vicepresidente de la mezquita Ashorouk-Amanecer, de Cartagena”, incluye el artículo.

Brahim Roubi, que preside la Asociación de Inmigrantes Ennibras de Torre Pacheco (Murcia) y trabaja en la Mancomunidad de Servicios Sociales del Sureste, manifestó que las vinculaciones de JyE a estas jornadas "no dejan de ser noticias de periódico”, y que “no hay nada que lo pruebe”.

No obstante, afirmó a la agencia española EuropaPress que "puede ser que haya alguna persona de las que están en alguna comunidad islámica y que forma parte de la Federación, pero FIRM está totalmente desvinculada de cualquier color político, asociación o cualquier cosa de estas".

Según informa Jesús Pagola en “La Verdad”, Brahim Roubi tiene también “función de presidente de la Comunidad Islámica Al-manar, vinculada a JyE”. Para Brahim Roubi "JyE es un movimiento ilegal, que no existe ni está reconocido en ningún sitio", aunque subrayó que FIRM "no tiene las puertas cerradas, no hacemos ninguna investigación para cerrarlas a unos y a otros no. Mientras que las personas que la componen estén dentro de la legislación vigente, quedarán amparadas por ella".

"Lo que nos importa es lo que pueden aportar a la Federación y a los musulmanes en Murcia, ese es el objetivo principal", agregó. "No podemos cerrar nuestras puertas a nadie, de hecho estamos abiertos al diálogo, al contacto con todos".

¿Qué es Justicia y Espiritualidad o “Al Adl Wall Ihssane”?

“Justicia y Espiritualidad” es un movimiento islamista radical que no está considerado legalmente como partido político, puesto que no es reconocido por las autoridades marroquíes. Este grupo, liderado por el jeque Abdesalam Yassin nació en 1985, y aunque no está legalizado, está tolerado.

Yassin envió en 1974 al rey Hassan II, padre del actual monarca, Mohamed VI, una carta titulada “L’Islam ou le Déluge” (El Islam o el Diluvio) por la que no fue a la cárcel sino ingresado en una institución psiquiátrica durante tres años y medio, puesto que tales declaraciones contra el rey, comendador directo de los creyentes, no podrían ser sino “fruto de la locura”, desde el punto de vista del propio Hassan II.

Después ha estado durante tres décadas encerrado en su domicilio, del que hoy día no sale por voluntad propia aunque Mohamed VI ha retirado el arresto domiciliario, pero desde el que ha extendido su ideología islamista a centenares de marroquíes.

Para el experto en el mundo árabe y profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Casablanca, Mohamed Tozy, el movimiento liderado por Abdesalam Yassin es, dentro de las corrientes islamistas de Marruecos, “de lejos el más importante, tanto por sus efectivos como por la calidad de su corpus doctrinal. Combina lo carismático con el activismo político-religioso” y puede considerarse como “el ideólogo más importante del movimiento islamista marroquí. Su producción doctrinal entre 1973 y 1989 comprende unos 15 títulos, sobre todo Al Minhaj Annabaui (La vía profética). Ese libro es una síntesis original de las enseñanzas del sufismo y el pensamiento político-religioso de Hassán al-Banna (fundador, en 1928, en Egipto, de los Hermanos Musulmanes) y de Sayed Qotb (uno de los dirigentes) cuyos textos sirvieron de base al islamismo revolucionario”.

La base principal de este movimiento es la islamización social mediante su presencia en mezquitas, asociaciones universitarias y labores sociales mediante asociaciones de corte islamista que llegan a sectores donde el Estado marroquí no llega. Mediante esta acción de fuerte presencia en todos los ámbitos de la sociedad, este movimiento ha cobrado una enorme popularidad. Es un movimiento que defiende la choura (democracia islámica), la reforma monárquica y que se opone al papel del rey como Comendador de los Creyentes.

Principalmente, los seguidores de este movimiento se “reclutan” en las Universidades (puesto que denuncian un sistema en el que los jóvenes van al paro nada más licenciarse) y en los barrios bajos, donde JyE ocupa el terreno que el sistema marroquí ha dejado abandonado. Para Tozy, la ocupación de la calle con manifestaciones públicas es otro modo de hacerse visibles en la escena política, aunque no participen dentro de ella como partido político.

“Varias veces los islamistas han mostrado su peso en la opinión pública y han demostrado tener un gran sentido de la organización. Siempre han mantenido la medida y la responsabilidad incluso cuando no han podido evitar los derrapes verbales ni una cierta ambigüedad en el lenguaje que permite pensar en una comunidad de pensamiento con los salafistas que actúan a nivel internacional especialmente los seguidores de la yihad de Afganistán” (Artículo de Mohamed Tozy titulado “El Islamismo de Marruecos frente al reto del salafismo” en www.cespi.it/STOCCHIERO/Ascod-Marocco/Tozy%20Articolo_IEMED.pdf. )

Es necesario destacar sin embargo que “Justicia y Espiritualidad” rechaza cualquier tipo de terrorismo, asegurando que los yihadistas no son buenos musulmanes. Esto se hizo patente en los atentados de Casablanca de 2003, tras los que tanto el partido político islamista “Justicia y Desarrollo” como el movimiento “Justicia y Espiritualidad” condenaron los actos terroristas.

El hecho fundamental que hace que este movimiento no sea legal en Marruecos es el rechazo a reconocer el título de Amir Al Aumin (Comendador de los Creyentes) del monarca. “No le reconocemos. Es nuestro derecho decirlo y estamos dispuestos a pagar un alto precio por ello”, afirma el jeque Yassin, quien aboga por una gran rebelión pacífica, llamada la Qwama.

La Qwama es una etapa de la teoría de la conquista del poder por los islamistas. Según define el islamólogo Mohamed Darif , es “un concepto abstracto que busca desplazar el régimen actual mediante la desobediencia civil. La Qwama no puede definirse como una revolución, puesto que debe producirse sin violencia ni efusión de sangre”.

Por tanto, “Justicia y Espiritualidad” o “Al Adl Wal Issane” en árabe, es un movimiento islamista radical, pero por su planteamiento de eliminar el papel del rey como Comendador de los Creyentes. No hay que confundir en cambio su catalogación de “islamista radical” con grupo terrorista o vinculado a la yihad.

JyE propugnan un cambio social del Estado, para convertir a Marruecos en un estado islámico, pero no mediante actos terroristas. Es necesario desglosar el Islam político existente en Marruecos. Efectivamente, hay más de un islamismo en Marruecos, que tiene además nombres distintos o términos distintos. Islamismo es una ideología político-social inspirada en los valores tradicionales, y por tanto una lectura política del Islam. La cuestión es de qué forma se “lee” el islam y qué se quiere conseguir con esa politización. En el caso concreto de Marruecos, hay tres grandes tipos de islamismo.

Por un lado estaría un islamismo político legitimado por los poderes públicos cuya base es un fundamentalismo religioso clásico tradicional, de vuelta a las raíces que sería el partido “Justicia y Desarrollo”. Otro tipo de islamismo sería uno mucho más violento, nihilista y radical cuya concepción de Estado islámico se basa en llegar a éste a través de la fuerza si hace falta. Algunos autores lo llaman también neo-fundamentalismo. En este Islamismo Radical, está la vertiente doctrinal basada en un salafismo ortodoxo y/o en la vertiente más ortodoxa de este salafismo, el wahabismo (interpretación salafista del Islam que procede directamente de Arabia Saudí).

Pero dentro de éstas han surgido unas corrientes o grupos extremistas que abogan por la violencia como modo de llegar a su concepción de Estado Islámico y que han encontrado en el contexto de miseria imperante en Marruecos un terreno perfecto donde abonar su extremismo.Sin embargo, este tipo de islamismo no debe confundirse con “Justicia y Espiritualidad” (Adl-wald –Ihsane) del líder Abdesalam Yassin.

Por tanto incluir al PJD, a “Justicia y Espiritualidad”, las doctrinas wahabítas, las doctrinas salafistas y el yihadismo salafista en un mismo concepto es algo erróneo. Todos pueden definirse como islamismos, en el sentido de ser movimientos que han politizado el Islam. Pero su formación, concepción del Islam, metodología, objetivos y componentes son bien diferentes unos de otros. El error de incluirlos en un mismo grupo no puede sino derivarse a intereses políticos que busquen demonizar cualquier tipo de islamismo, independientemente de sus rasgos.

El hecho de que se vincule a la Federación Islámica de la Región de Murcia con “Justicia y Espiritualidad” puede causar malestar entre la población al no querer que una federación tenga determinadas tendencias políticas. Pero tampoco se debe caer en la facilidad o ignorancia de atribuir al concepto de islamismo radical el de una amenaza.

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